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El nombre milenario con el que los vascos prehistóricos denominaron a Europa hace unos 8.000 años

¿Qué palabra utilizó la lengua vasca, como una palabra nativa propia y antes de la llegada de las invasiones indoeuropeas, para referirse al conjunto del territorio de lo que representa hoy el continente europeo?


«¿Sobre qué base etno-cultural podríamos construir nuestro futuro, si no conservamos un legado vivo de nuestro pasado?»
Juanjo Gabiña en el «El conspirador del futuro»

Aunque en principio, en el idioma vasco podría parecer que no existe una palabra nativa para referirse a la masa continental europea, el hecho de que hubiera regiones europeas donde existen suficientes topónimos relacionados con ríos, montañas y ciudades y cuyo significado se entiende a través del idioma vasco, me hizo pensar que era muy probable que existiera una palabra nativa propia como denominación preindoeuropea de lo que representaba Europa. Obviamente, algunos milenios antes de que nos llegara la denominación fenicia de Europa, a través de los griegos, tal como se conoce al Continente en la actualidad.


Naturalmente, esto sucede allá donde el sustrato pre-indoeuropeo se ha conservado gracias a la toponimia. Esta constatación me llevó a pensar que, antes de la llegada de las invasiones indoeuropeas, tenía que existir una palabra nativa propia, expresada en lengua vasca, para referirse al conjunto del territorio de lo que representa hoy el continente europeo. ¡Eureka!, al final di con ella. Es una palabra que la tenemos siempre delante de nosotros y, sin embargo, no caemos en ello hasta que no tenemos en cuenta que, dado que existen cientos de palabras en la toponimia europea que contienen raíces de origen vasco, lo más lógico sería que la palabra utilizada fuera muy sencilla pero, a su vez, primordial para la vida en los tiempos del neolítico. Pero vayamos por partes, porque el descubrimiento que hice no fue casual y, por ello sugiero que, en primer lugar, analicemos el sustrato pre-indoeuropeo que se ha conservado gracias a la toponimia. Así, nos encontramos, con nombres vascos en la toponimia de Italia, Sicilia, Córcega y Cerdeña, y que incluye los datos recopilados por el investigador valenciano, Bernat Mira Torvo:


Italia:

Alzate, Orba, Ostia, Mondragone, Ururi, Gonzaga, Illasi, Arbia, Candia, Arda, Erro Orzinuovi, Andora, Arona, Orsara, Tiber, Tevere, Mirandola, Antica, Ascoli, Mira, Amoros, Alberona, Ancona, Arce, Aso , Tenna, Arone, Sauri, Verona, Airola, Orcia, Arrone, Arezzo, Cortona, Isola, Asati, Aniata, Induno, Ario, Gaiole, Arca, Goito, Garda, Ortona, Turín, etc.


Cerdeña:

Gallura, Sa Serra, Armungia, Aritzo, Serri, Carbonia, Mores, Ardara, Bono, Anela, Luras, Olbia, La Caleta, Ales, Ballao, Chia, Gesturi, Sanluri, Tertenia, Bosa, Oliena, La Caletta, Orbai, Arresi , Es Molas, Arzachena, etc.


En Escocia e Inglaterra no solo se recoge dichos sustratos preindoeuropeos en sus nombres de lugares, sino también en sus apellidos:


Escocia:

Aldie Castle, Aros Castle, Duart Castle, Carrick Castle, Mote of Urr, Ascog, Ardgay, Sgur-Mor, Ayr, Arrochair, Turnberry, Corrie, Errogie, Altnaharra, Urquhart, Cove, Aird, Port Askaig, Arinagour, Aberdeen, Arrusdale , Orchy, Ardlusa, Ardlui, Aberdeldie, Balmoral, Arisaig, Morar, Achoracle, Arran, Islay, Barra, Oronsay, Collonsay, Harris, Bolivanick, Menzies, Barrhil, Invergarry, Inveraray, Flodigarry, Loch, Invernes, Morangie, Arkaig, Bellochantuy Annan, Tornes, Armadale, Arduaine, Iona,


Inglaterra y Gales:

Erro = molino, Berri = nuevo, Ure = agua, Orms-road = muro de la carretera, Andi = grande, Gandy = montañoso, Moss = mucho frío, Lang = barra / barrera, Orm-stone = muro de piedra, Orms -kirk = muro de la iglesia, Kirk es iglesia en escocés. Harrigan = roca de la montaña, Gore = la altura, Or-an = cima grande, In-do-e = la colina alta, Iz-zat = en la roca ancha, Or-ton = cima de la colina, Mor-ton = cumbre alta, Londres, pronunciando Land-on = buen campo, o al lado del campo. Gorri-an = gran altura o colina roja, Urie = la ciudad, Maitland de Ma-ait-land, = terreno bajo de rocas, MA y BA, son intercambiables y equivalentes en toponimia a veces. Sagar = casas de lo alto, en el vasco coloquial sagar está relacionado con las «manzanas». Hur-d = agua alta, variante Mai de Bai = río, Co-ba-in, parece una variante de Cobai-in = monte de la altura del río.Etch-ells = casa estrecha. Orr = arriba o arriba, Man-us = agua de la montaña o colina. Gary = alto, Ara = la roca // o llanura. S-tor = roca alta, Joi variante de Goi = alta, Cale y Kale = la altura o la montaña, también pueden ser una variante de «calle» y «camino», ya que Carr es un camino en ibérico y Carrer es un calle, en valenciano. Chappel = capilla, Gare = el alto, Ottey, pronunciado Ot-ti = grande alto, Bur-ell = cima estrecha, Arran = gran roca, Coi = alto, Coll = alto. Call= llamar, pero se pronuncia coll y alto, tal vez debido al hecho de que en la antigüedad, la gente escalaba las montañas para llamarse a sí mismos. O-ban = montaña alta, tierra alta = tierra alta, esta altura británica es de la misma raíz que la palabra vasca Igo = subir, y la altura está subiendo. Coe = alto, More= alto, equivalente a la palabra ibérica Mora = alto, en inglés coloquial más también significa «más» y «púrpura». Tyr-i-e = el río profundo, Tyrr-ell = río estrecho, Os-ton = cumbre fría, Gorland = terreno alto, Aitk-en = colina de rocas, Tarber-t = río profundo de la cima de las rocas. Ar-cher = río de rocas. Man-ches-ter = casas del río del cerro. Gar-land = tierras de lo alto, Can-ter-bury = picos de la montaña del río. Bury en inglés coloquial es «enterrar». Cox de co-ox = frío alto. E-bo = suave alto. Ulls-water, es una redundancia, porque Ulls es una variante de Urr = agua o río. El mismo caso que tenemos en Ulls-Broks = corriente de agua, Brooks = corriente, en inglés. Duart Castle = castillo en la isla, Carr-ick Castle = castillo en la cima de la carretera, Ar-os Castle = castillo de la roca fría, Bolivanick, variante de bol-iva-an-ick, de bol, = molino, iva, variante de ibar = río, an = grande o alto, yick = envolvente, con el significado de «por encima de la altura del molino del río», etc.


En conclusión, a medida que el hielo glacial se retiraba al área que ocupan actualmente (hace unos 10.000 años), los europeos del refugio vasco-aquitano colonizaron gradualmente el continente europeo y los países mediterráneos. Según la investigación arqueogenética, se extendieron al norte (a Rusia y Escandinavia), y al sur (norte de África a Túnez).


Es evidente que esos primeros pobladores ya habían desarrollado un lenguaje oral para comunicarse durante milenios, en complementariedad con el extraordinario lenguaje simbólico del arte paleolítico vasco-aquitano-cantábrico. ¿Es posible que hayan quedado algunos vestigios de esa lengua indígena en la toponimia de Europa occidental? El conocido lingüista de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich, Theo Venneman, lo cree y lo defiende.


Venneman argumenta que todo esto no significa que sólo hubo un idioma en toda Europa, sino varias formas dialectales relacionadas entre sí (familia lingüística), de las cuales el idioma vasco sería el único sobreviviente. Este hecho es evidente hoy en Baskonia, donde existen sus diferencias lingüísticas entre sus diferentes dialectos, al igual que ha pasado con otras lenguas y sus diferentes formas dialectales.


Por ejemplo, y según los estudios de Venneman presentados en la revista «Scientific American», las palabras vascas «ibai» (río) y la palabra «ibar» (llanura fértil) se encuentran en los nombres de los ríos de toda Europa. En Serbia y Montenegro encontramos el río Iban. En Hesse, el río Ibra. Más al sur de Alemania, dos ríos llamados Ebrach y diferentes ríos Eberbache. Al pie de las colinas de los Alpes se encuentra el río Ebersberg. En Austria, el río y la ciudad de Ybbs. En Francia, nos encontramos con Ivergny, Iverny, Yvré-l’évéque, Ebreon, Evrune, Eversheim, Yvry-en-montagne y, en Baskonia con los nombre de: Ibarra, Ibarrola, Ibarrekolanda, Ibardin, Aranibar. Sin olvidar el río Ebro que viene del sustrato pre-romano «Iber» y que dio nombre a todo un pueblo como los íberos y a la denominación de la península ibérica.

En euskera o lengua vasca «Ur» significa agua: Urola, Urumea (Baskonia); Urofia, Huriel (Francia); Ourte(Bélgica); Urwis (Polonia); Ura (Rusia); Urach, Urbach (Alemania); Urula (Noruega).

Tomando como raíz la palabra vasca «Aran» (valle) Theo Venneman también encuentra abundantes topónimos en Europa que dan nombre a diferentes valles: Arundel(Inglaterra), Arendal en Noruega y Suecia. En Alemania, Arnach, Arnsberg, Arnstern, Aresburg y Ahrensburg. También Ohrenbach que antes se llamaba Aranbach, además del alto de la roca del Palatino negro, antes llamado Arnstein. Sin olvidarnos de la redundancia en el nombre el Valle de Arán situado en la provincia de Lleida, Catalunya.


Finalmente, la raíz vasca «Iz» que, entre otros significados como “mar” también da origen a la formación de otras palabras vascas como “Izurde” = delfín (cerdo de mar), “Izokin” = salmón (panadero de mar) e “Izotza” = Hielo.


De igual modo, la raíz vasca “Iz”, que también significa «mar cercano a la costa», «desembocadura» o «río navegable») estaría en la base de unos 200 ríos europeos entre el río Scald = “Izkalde”, cerca «cerca del mar», en Bélgica, y otros ríos en Noruega, Italia y Rusia. “Itsasoa” = Iz osoa (todo el mar) = Océano.


En conclusión, es absurdo y erróneo continuar considerando el euskera o lengua vasca como si fuera un idioma aislado, un idioma que no tiene conexiones lingüísticas con el resto de los idiomas europeos. La respuesta es obvia porque es más difícil explicar que no es así que razonar que tiene que ser así por la cantidad de evidencias existentes.


El postulado de parsimonia, conocido como la “Navaja de Ockham”, nos indica que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad. Cuando se ofrecen dos o más explicaciones de un fenómeno, es preferible la explicación completa más simple. Lo que viene a decirnos que, ante tanta evidencia de la presencia del euskara en la toponimia europea, no busquemos otras explicaciones cogidas por lo pelos sin necesidad.


Que nadie se olvide, por si acaso, que los otros idiomas que no son preindoeuropeos vinieron de Asia o África, pero miles de años después como le pasó al Old English. Sin embargo, el euskera o lengua vasca es el idioma primitivo de Europa que se desarrolló durante las glaciaciones y que se extendió, desde el centro del Golfo de Bizkaia, al final de la última glaciación, a todo el resto del continente europeo que estaba saliendo de era glacial. Esa es la razón que explica la abundante existencia de raíces lingüísticas vascas en toda la toponimia de Europa.


Después de todo el trabajo que muchos nos hemos tomado, aprovecharía para decir que urge proteger la lengua vasca porque su existencia como lengua viva es un verdadero tesoro para Europa. Debería ser una lengua reconocida como Patrimonio de la Humanidad porque explica, a través de su legado lingüístico, la protohistoria de Europa y, por lo tanto, la del mundo entero. En conclusión, y volviendo a la pregunta original acerca de la palabra que utilizaron los vascos prehistóricos para denominar a todo Europa, mi hipótesis es que dicha palabra es LANDA o LANDETA.


Landa es un palabra vasca que significa campo, pieza de terreno y también una expresión para señalarnos el territorio que está fuera de nosotros pero, a su vez, está cercano, y ese era precisamente el caso de la Europa que se iba deshelando y empezaba a ser apta para la vida y para ser colonizada. Siguiendo esta pista es como comprenderemos mejor que la utilización de Land como expresión de país o de tierra, provenga del nombre vasco “Landa”.


En este sentido, coincido con Jon Nikolas López de Ituño, cuando afirma que la palabra vasca LANDA no es utilizada por los idiomas indoeuropeos en el sentido de campo, terreno apto para trabajar, campo sin cultivar pero donde hay pasto donde come el ganado, tierra cultivada, etc., y el verbo landatu significa «cultivar la tierra» . El vasco es el único idioma europeo que a las plantas les llama utilizando el prefijo «LAND»; a saber: «Landareak».


La afirmación que hace el diccionario etimológico inglés es del todo incoherente cuando afirma que proviene del «Old English» y que significa «suelo», «porción definida de la superficie de la tierra», «región de origen de una persona o pueblo», «territorio marcado por fronteras políticas»,


Sin embargo, no utiliza la palabra LAND para construir el verbo CULTIVAR que para ello utiliza: to cultivate, to plant, to grow plants, to garden, to farm, to till, etc. Ninguna de ellas tiene que ver con LAND.


No es difícil comprender que las diferentes tribus indoeuropeas, cuando iban adentrándose en Europa, se encontraron con pobladores de aquellos territorios que eran nativos. A medida que colonizaban aquellas tierras y se asentaban en Europa, los indoeuropeos fueron utilizando el nombre con el que sus pobladores autóctonos genéricamente llamaban a aquellos nuevos territorios: LANDA o LANDAETA.


Afianzando su sentido de pertenencia definir su territorio, muchos de los invasores indoeuropeos, lo que hicieron fue añadir al nombre como ellos se reconocían, la palabra Europa en lengua vasca: Landa. Formando, por ejemplo, Jutlanda para denominar a la Europa o Tierra de los Jutos, donde esta tribu indoeuropea se asentara. Lo mismo pasaría con la tierra de los escoceses o Scotland, con la tierra de los alemanes o Deutschland, etc.


Todo esto nos viene a decir que es evidente que el Old English tomó prestada la palabra LAND de la lengua vasca. Si fuera una palabra propia y no prestada en el Old English, el verbo «to land» significaría también cultivar y no solamente aterrizar. A no ser que el diccionario etimológico inglés también nos demuestre que el hombre primitivo inglés viajaba en aviones o tenía alas como las aves. Pero no creo que éste sea el caso, ¿No? Tampoco pasa nada por haber tomado alguna palabra que otra de origen vasco como «anchovy» para nombrar al pescado conocido como anchoa y hay más, pero todavía no se han dado cuenta.


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